En Salta se dio una charla muy atractiva para quienes maternamos. El tema que nos convoca es la “Crianza Positiva”, ¿suena lindo no? ahora, como lo implementamos sin perder los estribos y convertirnos en esos sargentos de padres que sobradas historias conocemos, al no lograr que nuestros hijos obedezcan una orden. Simple, Abby Gacioppo, psicóloga salteña lo explica y aquí te hacemos un breve resumen.
La primera pregunta que surge en esta charla es apasionante y te la dejo para que también te la respondas, ¿Qué te hace sentir orgulloso de tu hijo/hija? wow… ¿Fuerte no? Claro surgieron muchas respuestas y sin dudas una de ellas marcó a quienes estábamos en la sala, “Soy mejor mamá de lo que lo fué mi mamá”. Eso es todo chicas, ahí se abre una puerta que sindudas todas nos replanteamos, lo estaremos haciendo bien, ser mamá no tiene manuales, pero sabemos cuando estamos equivocadas o cuando estamos siendo la mamá que no queremos. Bueno ahí sale de nuevo esa bella frase, “crianza positiva”.
Abby nos cuenta que tanto los niños como los adultos reaccionamos iguales ante ciertos estímulos, por ejemplo, si te piden las cosas bien existen más posibilidades de hacer lo requerido en contraposición de cuando las cosas se piden de mala forma o intentando dar una orden como si se fuese un superior autoritario. El secreto parece estar en tratar siempre con respeto a nuestros hijos, diciéndoles palabras positivas y que los bendigan, como “vamos hijo/a, vos podés lograr esto o aquello, siempre hablarles desde el amor.
Otro de los secretos según contó la psicóloga salteña tiene que ver con el tiempo de calidad que le brindamos a nuestros hijos. Es bella, y sin dudas la más grande responsabilidad de todas, la crianza de nuestros hijos, son quienes deben llevarse los pocos o muchos minutos que les podamos entregar pero con calidad, haciéndoles sentir que ese es espacio de mamá e hijo. ¿Parece fácil no? pero si debemos dejar los celulares se complica… No pasa nada seguro pensarás en como practicarlo.
Hasta aquí todo parece muy sencillo, pero ¿Qué hay de quien estamos maternando, de nuestras emociones, de nuestras frustraciones, el estrés, el trabajo ,las deudas, la casa, ser las mejores madres, no fallar a nadie y todo aquello que nos aqueja?. Sencillo, la respuesta está en nosotras, solo debemos mirar a nuestro interior, reconocer a esa mujer que somos en lo bueno y lo malo para poder determinar que es lo que vamos a resaltar de nosotras para poder emprender el regreso a casa con la mayor cantidad de energías positivas para ese ser amado que depende de nosotros. Darnos un tiempo para hacer algo que realmente nos haga bien también es importante y poder hacerlo sin culpas. Tenemos derecho a hacer cosas solas y que nos hagan sentir felices, no te lo niegues, vas a volver renovada.
El broche de la charla fue la intervención de Florencia Zumaeta, quien organizó la charla y es quien conduce el programa radial que lleva seis temporadas llamado, Momentos de Bienestar. Ella recordó la importancia de que estemos bien como mujeres, para potenciar cada día más a la mamá que somos. Entre otras cosas aconsejó cada mañana al despertar, anotar en un papel aquellas palabras que vienen a nuestras mentes, para poder tener conciencia de cuales son las cosas que nos preocupan o los sueños que tenemos y esperamos cumplir, que luego con la vorágine del día descartamos. Además pidió algo que nos parece imposibles en la era digital en la que vivimos porque muchas trabajamos con él, y si… es dejar de lado el celular antes de dormir y poder concentrarnos unos minutos en los ojos de nuestros hijos, en ese momento de agradecimiento por tenerlos con nosotras. Finalmente recomendó hacer actividad física e incluso una caminata de una hora diaria sin celular, para poder apagar el “tiki tiki” de nuestra cabeza que siempre nos llena de preocupaciones, temores y estrés.
Una charla sin dudas para despejar inquietudes, para exponer lo que nos pasa a diario, los berrinches, las frustraciones, las alegría y por sobre todo, hacer lazos con una comunidad que atraviesa los mismos desafíos. Gracias Flor y Abby, por un momento de bienestar.
