Las panaderías de Salta atraviesan un momento crítico al cierre del primer semestre del año, enfrentando pérdidas significativas debido a una serie de factores económicos que golpearon duramente sus operaciones. El aumento en los precios de las materias primas, el incremento de los impuestos y servicios públicos, y una marcada caída en las ventas generaron un panorama devastador para el sector.
Además, la renovación de contratos de alquileres, que está prevista para esta mitad de año, se presenta como otro desafío incierto para los panaderos, quienes ya enfrentan un mercado desregulado y potencialmente más caro.
Un fenómeno que refleja la crisis del sector es el aumento de vendedores ambulantes ofreciendo productos de panadería. Daniel Romano describió esto como un “síntoma de crisis”, señalando que la gente recurre a la venta informal debido a la falta de dinero y empleo.
“En las calles, avenidas y rutas de nuestra ciudad se ven a bolleros, tortilleros. Se vende facturas y hasta pizzas. Eso pasa cuando no hay plata ni trabajo y entonces la gente sale a vender lo que sea“, dijo Romano.