Claves para mandar a tu hijo a una colonia de vacaciones sin correr riesgos

Las altas temperaturas se afrontan mejor disfrutando de un lindo día metido en el agua. Si no tenés una pileta en tu casa, en la provincia hay muchas opciones para divertirte, aprender a nadar y conocer gente. Pero… ¿puedo mandar a mi hijo a uno de esos lugares si no sabe nadar?

“Lo importante no es meter la cabeza en el agua, lo importante es poder sacarla, porque bajo el agua no tenemos mucha capacidad respiratoria. Si un niño o bebé sabe flotar, puede salvar su vida. Saber nadar para un niño es que pueda ingresar y salir sin ayuda de la pileta, no que sepa realizar brazadas en diferentes estilos”, aclaró la profesora de Educación Física Graciela Vece.

Alcanzar la autonomía en el agua es algo necesario para todos. “Un niño pequeño es inteligente; cuando uno le permite vivenciar el riesgo del agua, pasa a respetarlo y comprende que no puede estar solo porque a veces su capacidad no es suficiente para autovalerse. Lo importante es enseñarle a respetar el espacio y que sepa que está seguro con un adulto”, añadió la especialista en enseñar a bebés a nadar.

Natatorios habilitados

A la hora de elegir a qué pileta o natatorio llevar a tus hijos, tenés que corroborar si está habilitado por la Dirección General de Salud Ambiental. “Siempre recomiendo que los padres acompañen a sus hijos cuando los mandan a un natatorio público; lo mejor es que los esperen fuera de la pileta para ver cómo se desenvuelven en el medio. También cuando los inscriben tienen que preguntar quiénes son los profesores y salvavidas del lugar”, recomendó Vece.

Se enumeró algunos de los requisitos para que una pileta sea habilitada: “debe haber, sí o sí, un guardavidas con título de socorrista acuático cada 50 chicos en el natatorio. También hay que tomar una muestra del agua de la pileta cada 15 días para examinarla y asegurarse de que no esté contaminada. Las personas deben ducharse antes de ingresar al agua”, detalló.

Además, el natatorio debe exigir una revisación médica periódica y contar con instalaciones seguras que incluyan barandas y escaleras alrededor de la piscina y un equipo de salvamento con salvavidas, tablas y flotadores. Para la habilitación también se controla la higiene de vestuarios, duchas y baños.

“Es muy importante que se verifique que la pileta esté habilitada. Además de los profesores de la colonia el establecimiento debe tener salvavidas de acuerdo con la cantidad de bañistas para mayor seguridad y tranquilidad”, agregó Migliavaca.

Recomendaciones

“Si hay chicos en la casa la pileta tiene que estar cercada. Se recomienda no dejar juguetes en al agua que puedan llamar la atención de un niño y tampoco usar inflables grandes, porque si alguien se cae impide la visión. Nunca hay que dejarlos solos, sepan o no nadar”, remarcó.

Vece explicó que cuando enseña a nadar a niños, una parte del aprendizaje lo realizan con la ropa puesta. “Cuando los accidentes ocurren, por lo general los niños o bebés están vestidos. Un pañal puede absorber hasta dos litros de agua, eso es mucho peso para que un bebé pueda manejarse. Siempre es bueno saber que nuestro hijo puede desempeñarse en el agua con cualquier complicación que pueda presentarse”, concluyó.

Fuente: La Gaceta

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