“La patria está en peligro”, dijo este lunes con ánimo de advertencia Cristina Kirchner. La expresidenta argentina, de 72 años, anunció entonces que el 7 de septiembre será candidata a diputada provincial en Buenos Aires por el peronismo, una batalla de vuelo bajo que está dispuesta a librar para detener a la ultraderecha de Javier Milei en octubre. Ese mes los argentinos elegirán diputados y senadores nacionales. “¿Alguien concibe que si no nos va bien en el bastión del peronismo [en las legislativas provinciales] nos puede ir bien en las nacionales? Es sentido común. Además, ¿alguien pensó que si nos va mal en octubre nos puede ir mal a todo el país?”, se preguntó. Le hablaba al resto del peronismo, hoy fracturado entre quienes pretenden que sea ella quien lleve las riendas de la renovación y los sectores del partido que apoyan al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, alguna vez su hijo político.
Kirchner peleará en la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires, que comprende 19 partidos del extrarradio sur y oeste de la capital con cinco millones de electores. Y tiene el triunfo asegurado, lo que supone que Kirchner volverá a la política activa, pese a tener una condena ratificada en segunda instancia por corrupción. Diputada en los años noventa, cuatro veces senadora y dos veces presidenta, el último cargo electivo de Kirchner fue el de vicepresidenta de Alberto Fernández entre 2019 y 2023. La pésima gestión de Fernández abrió las puertas a la ultraderecha de Milei y sumió al peronismo, en todas sus versiones, en el desconcierto. Hoy, Kirchner y Kicillof no acuerdan siquiera como armar las listas para las elecciones legislativas provinciales y nacionales.
La provincia de Buenos Aires es el único distrito relevante que quedó en manos del peronismo tras el varapalo de 2023 frente a Milei. Con el 40% del censo nacional, la importancia de controlarla solo se compara con la catástrofe que supondría para el peronismo perderla. Si le va mal en las legislativas, Kirchner avizora una derrota más amarga en 2027, cuando serán las presidenciales. La ultraderecha de Milei lo tiene claro y ha logrado cerrar en ese distrito una alianza electoral con el Pro, el partido del expresidente Mauricio Macri. Resignada a perder en La Matanza, La Libertad Avanza espera como contraparte un triunfo en el resto de los distritos de la provincia.
En su última aparición pública, el 25 de mayo pasado, Kirchner llamó a rearmar el peronismo sobre valores que hasta ahora parecían intocables. Dijo que era hora de pasar del “Estado presente” al “Estado eficiente” y hasta cuestionó que valga la pena defender el modelo de industrialización por sustitución de importaciones que estructuró las políticas económicas del partido durante los últimos 80 años.
Este lunes, en su lanzamiento como candidata, esquivó la autocrítica y prefirió cargar contra Milei. “Estamos con una derecha antiestado, muy cruel y un tanto esotérica”, dijo, con una velada referencia a la afición por el tarot de la hermana del presidente, Karina Milei, hoy secretaria de la Presidencia. “[Milei] es un marginal que se ocupa de los ricos. Esto ya lo vivimos en la dictadura, con el menemismo y en la Alianza. ¿Esto tiene posibilidades de durar? No”, dijo, con más esperanza que convicción.
Fuente: El Pais
