Emilia Orozco sigue ganado detractores con sus actitudes en la política. Su constante maltrato a la prensa y las evasivas a las preguntas punzantes le alimentan el discurso feroz que tiene como bandera en el Congreso de la Nación. Ahora, los cuestionamientos se centraron en un supuesto viaje a Dubai con una comitiva libertaria.
De acuerdo a distintos medios de comunicación, Orozco habría formado parte de un grupo de libertarios que fueron seleccionados para participar del evento «Accesibilidad y tecnologías para personas con discapacidad». Pese a los intentos, ni ella ni nadie de su equipo se encargó de confirmar o desmentir esta información. Como ya es una costumbre en ella, evitó hablar del tema y hasta ahora mantiene un sugestivo silencio sobre su participación en la actividad.
Hay un dato que llama poderosamente la atención y es que la libertaria Orozco no integra ninguna comisión parlamentaria vinculada a discapacidad ni ha demostrado un interés sostenido por la temática. De hecho, en Salta es duramente cuestionada por sectores de personas con discapacidad.
En este contexto, es necesario recordar que Emilia Orozco votó en contra de la Ley de Emergencia en Discapacidad, pues así lo había indicado su líder, el presidente Javier Milei. Mientras que las familias salteñas buscan que se apruebe una norma que podría dar respuestas urgentes a una población históricamente postergada. Postergación que se profundizó con la llegada de Javier Milei a la presidencia.
Emilia Orozco está más allá de las explicaciones
Ante la falta de información en torno a su viaje que, al tratarse de un tema laboral, debería brindar las explicaciones pertinentes, un periodista de El 10 de Salta, se acercó hasta la Casa de la Libertad para intentar obtener al menos una palabra de la diputada. Pero no obtuvo más que un nuevo desplante e incluso fue ninguneado por Orozco que le remarcó su malestar cerrándole la puerta en la cara.
“Coman, coman. Hace frío”, le dijo la diputada libertaria a los periodistas. Una actitud que, lejos de calmar las aguas, encendió las críticas. El gesto fue leído como una burla hacia quienes intentan hacer valer su derecho a preguntar.
El silencio de la diputada salteña Emilia Orozco no solo genera malestar: deja la puerta abierta a la desconfianza. Si se fue por trabajo ¿Por qué no lo explica? En tiempos donde la transparencia se exige más que nunca, ocultar información es, al menos, una falta grave. Aunque para la legisladora, se convirtió, tristemente, en una práctica habitual.
Fuente: El Intra