Frontera caliente: Apuntan al “Gringo” Palavecino y sus manejos con el narcotráfico

En medio de la tensión que se suscitó en el norte provincial, más precisamente en la frontera entre Argentina y Bolivia por suelo salteño, las repercusiones de las problemáticas que acontecen en el lugar ahora apuntan a los manejos del narco Cristian “El Gringo” Palavecino”.

En un extenso artículo del periodista Diego Cabot en La Nación, el mismo recalcó que el nombre del sicario resuena en ciudades como Orán, Aguas Blancas y Pichanal, donde las ejecuciones, el contrabando, las armas y la droga son una problemática latente.

El periodista señala que Palavecino es un personaje temido y conocido, con su imagen vinculada directamente a los negocios del narcotráfico y el control político. Palavecino ha jugado un papel crucial en esta dinámica, utilizando su poder económico para manipular el panorama político local y consolidar su influencia en la región.

Ejemplo fue el de Carlos Alfredo “Conejo” Martínez, electo intendente de Aguas Blancas en 2023. Antes de asumir, el hermano del intendente electo fue acribillado a tiros. La conexión entre Martínez y el crimen organizado fue evidente, y no pasó mucho tiempo antes de que la intervención del gobierno de Salta fuera necesaria para poner fin a su mandato y evitar que el narcotráfico se adueñara completamente de la política local.

El procurador general de Salta, Pedro García Castiella, denunció públicamente que los vínculos entre la política local y el narcotráfico eran mucho más profundos de lo que se pensaba. En septiembre de 2023, el fiscal presentó pruebas que demostraban la existencia de una conspiración desde las cárceles para asesinarlo. Esta denuncia dio lugar a la creación del “Plan Güemes”, una operación destinada a desarticular las redes criminales que operan en la zona, aunque también dejó al descubierto la fragilidad del sistema judicial y político frente a la influencia de estas mafias.

En este contexto, la figura de Palavecino emerge como un actor central. Conocido por su estilo intimidante, se había ganado el apodo de “El Patrón del Mal”, similar a la figura de Pablo Escobar en la serie El Patrón del Mal. Su poder no solo se basaba en la venta de droga, sino también en la extorsión y el control de rutas clave, como la de Aguas Blancas a Rosario y Mendoza.

Hoy, con Palavecino tras las rejas en Ezeiza, y su hijo en prisión en Orán, el foco está puesto en romper el ciclo de violencia y narcotráfico en esta región fronteriza. Mientras tanto, en Aguas Blancas y otras localidades cercanas, la sombra del crimen organizado sigue proyectándose sobre la vida cotidiana de sus habitantes, con las fuerzas de seguridad actuando en pos de desbaratar a estos grupos.

Fuente: Informate Salta

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